De acuerdo a lo informado por la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), entre las regiones de Coquimbo y el Maipo el déficit de precipitaciones ha alcanzado el 70% respecto a un año normal y todos los embalses están con niveles inferiores a su capacidad, generando gran preocupación entre los agricultores del país.
Por esta razón, expertos y autoridades de gobierno, han hecho un llamado a tomar medidas relacionadas con la construcción de embalses, mejoramiento del riego y gestión de agua, para enfrentar la escasez hídrica. Desde la DMC, aseguran que todos los rubros del agro se verán afectados y los costos serán mayor o menor, dependiendo del nivel de dependencia directa que las lluvias tengan en cada actividad, siendo la más perjudicada la agricultura de secano y la ganadería extensiva.
Para paliar los efectos, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, decretó emergencia agrícola en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, lo que significa inyectar recursos para la entrega de forraje, insumos, alimentos y medicamentos para animales. También financiamiento para la profundización de norias, adquisición de bombas, estanques y mangueras, con el objetivo de mejorar el acceso y uso del agua.
En cuanto a los pronósticos, el panorama no es alentador. De acuerdo con las estimaciones del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (Citra) de la Universidad de Talca, de aquí al año 2022, la tendencia a que disminuyan las precipitaciones anuales debería mantenerse. Por esta razón, los expertos aseguran que es el momento de tomar decisiones a nivel gubernamental que aseguren la disponibilidad de agua a mediano y largo plazo, para lo cual piden establecer plazos concretos y asegurar el financiamiento.
Al mismo tiempo, señalan que dichas decisiones son claves para que los agricultores puedan asegurar la acumulación de agua y la disponibilidad para riego, y así disminuir las consecuencias de la escasez hídrica.
Fuente: Revista Campo, El Mercurio.