Luego de una condición de escasez hídrica que se arrastra por más de una década y que afecta a varias regiones del país, incluida la Región Metropolitana, en agosto de 2020 la Superintendencia de Servicios Sanitarios instruyó a Aguas Andinas (y sus filiales Aguas Cordillera y Aguas Manquehue) la adopción de las medidas para mantener el suministro de agua potable a toda la población del Gran Santiago. Además, la Superintendencia solicitó a Aguas Andinas formular un plan de racionamiento para el Gran Santiago, el que considera un paquete de medidas que se deberán aplicar en forma secuencial y progresiva.
El plan considera un esquema de alertas progresivas para los sistemas abastecidos por los ríos Maipo y Mapocho, que incluye 4 fases:
A continuación, se detalla cada una de las etapas y su efecto sobre las aguas del Río Maipo:
El plan incluye además escenarios de racionamiento Aguas Andinas, Aguas Cordillera y Aguas Manquehue, en función de la magnitud del déficit que debe ser cubierto.
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